Las fuerzas del orden localizaron a Longmore en la frontera entre los condados de Henry y Clayton.
Los agentes intercambiaron disparos con el sospechoso dos veces antes de abatirlo.
«El monstruo está muerto», declaró el ‘sheriff’ del condado de Henry, Reginald B. Scandrett, agregando que «todo el estado de Georgia puede respirar un poco más tranquilo esta noche».