En conferencia, el Mandatario aseveró que no se dejó solo al ex líder de las autodefensas de la Tierra Caliente en Michoacán, como acusaron sus familiares.
«Es mentira, es mentira eso, traía su escolta y hay una base ahí», declaró.
El Jefe del Ejecutivo deslindó a las Fuerzas Armadas del crimen, al aseverar que el calibre no coincide.
«Llegaron a sostener de que las balas, por ejemplo, eran del Ejército y es completamente falso, fueron muchos tiros, casi mil, y los calibres no tienen nada que ver con los que utiliza el Ejército.
«Pero yo pues comprendo el dolor y el enojo de los familiares, pero también no se debe de mentir. Qué propósito tendría que se dejará sin protección a alguien que puede perder la vida si estos casos, además de lamentables, los usan nuestros adversarios para atacarnos, como es público y notorio», señaló.
Este jueves, el comando asesinó, además de Mora, a tres de sus escoltas. El limonero viajaba en su camioneta blindada por calles de su comunidad, La Ruana, luego que su casa fue baleada.
En la persecución, los delincuentes detectaron que la camioneta no sufría daños y optaron por prenderle fuego.
Mora había sido víctima de otros tres atentados en lo que va del año. Hace una semana, Mora pidió ayuda a las autoridades para detener al crimen que opera el cobro de piso y las extorsiones.
«Tienen controlados todos los productos. No nos dejan trabajar, y los que trabajamos, desafortunadamente, es para pagar al crimen», dijo entonces.
Ayer el Gobernador morenista de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, reconoció que Hipólito Mora había recibido amenazas y se le había pedido permanecer en Morelia.
En contraste, Bedolla criticó: «hay que recordar la historia de esta persona, que encabezó hace una década el movimiento armado ilegal de autodefensas, que no trajo nada positivo al Estado, al contrario».
Guadalupe Mora, hermano de Hipólito, acusó al Gobernador de proteger la operación del Cártel de los «Los Viagras».