Lo anterior lo expresó durante la presentación del Reporte Económico Anual al hablar sobre la sensación de que la economía podría tener un aterrizaje suave, pero debe prepararse para abordar los riesgos.
Es así que Carstens declaró: «Entre esos riesgos, la inflación persistentemente alta y la inestabilidad financiera son los dos que tienen más probabilidades de desencadenar un periodo prolongado de crecimiento por debajo del promedio, o incluso una recesión».
Y señaló: «La alta inflación podría persistir. Además de las presiones inflacionarias que ya existen en el sistema, podrían surgir otras nuevas. Los mercados laborales parecen ser un punto crítico clave«.
El exgobernador del Banco de México mencionó que las tensiones financieras se materializarán en pérdidas crediticias y que los bancos serían afectados.
Explicó que la tarea de los bancos centrales es la estabilidad de precios, pero «el camino es incierto» y planteó que pueden pensar que hicieron ya suficiente, pero eventualmente notarán que necesitan endurecer más su política monetaria.