«En los próximos 12 meses vamos a tener una situación yo no diría paradójica, pero peculiar. Vamos a tener un problema de incertidumbre política y de incertidumbre regulatoria.
«Hay preocupación de que se tomen decisiones de carácter político y de carácter regulatorio que obstaculicen la actividad económica», aseveró en la Reunión Nacional de Consejeros Regionales 2023 de BBVA México.
Frente a este panorama, el País tiene una gran oportunidad con el nearshoring por el nivel de inversión que representa, dada la cercanía, los bajos costos y su Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, indicó.
«La fuerza de las regulaciones tienen un impacto en el tiempo, no tienen un efecto inmediato, y al mismo tiempo la fuerza del nearshoring por ser una ventana específica tiene un efecto más inmediato, más acelerado.
«Mi lectura es que si en los próximos 12 meses somos capaces de mantener estabilidad económica y promover el nearshoring habremos cumplido con la tarea de aprovechar esta gran oportunidad», acotó.
Bajo este escenario, BBVA ajustó al alza sus expectativas de crecimiento económico y estimó que México podría crecer un 2.4 por ciento este año y una ligera desaceleración para 2024, de 1.8 por ciento.
«En México hemos revisado al alza, de manera significativa, la expectativa: un punto porcentual para 2023.
«Este dato es significativamente superior al que preveíamos hace solamente tres o cuatro meses, cuando la previsión era de 1.4 por ciento», dimensionó Carlos Torres Vila, presidente de Grupo BBVA.
Pese a la desaceleración que pueden presentar diversas economías del mundo en la segunda mitad del año, BBVA aumentó su expectativa de crecimiento económico global a 2.9 por ciento este 2023, luego de una previsión que estaba en 2.5 por ciento.
«Hemos pasado un año que ha sido complejo, con mucha incertidumbre. Muchos retos en el frente geopolítico, en el frente económico, pero a pesar de todo hemos visto cómo la economía se ha comportado bastante bien y está mostrando un dinamismo mayor del esperado hace solamente unos meses.
«El año 2022 concluyó con un crecimiento global de 3.4 por ciento, cuando el dato que preveíamos hace un año fue de 2.5 por ciento, es decir que el mundo ha crecido en 2022 casi un punto porcentual más de lo que preveíamos, lo que ha llevado a mejorar las perspectivas para 2023, con revisiones al alza», expuso Torres Vila.
El presidente de Grupo BBVA anticipó un entorno de corto plazo en el que prevalecerá la incertidumbre, causada por los retos que «continúan abiertos» en el ámbito geopolítico y económico por la situación de la guerra en Ucrania y su impacto en el precio de la energía y los alimentos.
Además de esto, la alta inflación, el alza inusitada de las tasas de interés y la turbulencia en mercados financieros internacionales como Estados Unidos que han provocado episodios de volatilidad.
«Y por ello, en el corto plazo creemos que el contexto de incertidumbre continuará, por la alta inflación, por los efectos de segunda ronda que puede tener sobre los salarios y todo ello puede llevar a que las tasas permanezcan altas durante un tiempo significativo», anticipó.