El proyecto se inició en el 2017, con una inversión público-privada de 1.800 millones de pesos (unos 98 millones de dólares). El acuario, diseñado por la arquitecta mexicana Tatiana Bilbao, cuenta con tanques para la recuperación de tortugas, una pecera con 2,5 millones de litros de agua, espacios donde los visitantes podrán dar alimento a las rayas y un territorio de 50.000 metros cuadrados.
Esta región de México, donde se encuentra el mar de Cortés, fue reconocida por la Unesco como patrimonio de la humanidad, al ser considerada una parte importante para la investigación de especies marinas. El oceanógrafo francés Jacques Cousteau ya había calificado este lugar, ubicado en el noreste de México y la península de Baja California, como un «acuario del mundo», debido a la diversidad y riqueza de su ecosistema, según apunta Vanguardia.
El mar de Cortés cuenta con el 40% de los mamíferos marinos y un tercio de los cetáceos, entre ellos la ‘vaquita marina’, que en este momento se encuentra en peligro de extinción. La encargada de la recuperación y conservación de tortugas del acuario será la británica Catherine Hart, quien cuenta con más de 20 años de experiencia trabajando en el Pacífico mexicano.
Este nuevo proyecto también es un impulso para el turismo de la zona, ya que cada año llegan a la ciudad más de 3 millones de visitantes y se espera que el acuario reciba 900.000 personas, convirtiéndose en una de las principales atracciones de Mazatlán.
El acuario también cuenta con un centro de investigación de vida marina y una fundación para la educación y divulgación de conocimiento marino, recoge Forbes.