Es importante que en atención a este municipio, encabezado por el presidente, Jesús Soto, se puedan considerar apoyos emergentes y programas federales y estatales para dar respuesta y solución a los daños que las condiciones climáticas causaron en viviendas, fincas, y cerca de más de mil hectáreas de los pobladores.
“Existe una gran preocupación de parte del sector productivo, pues la granizado destruyó hectáreas de cultivos que representan la fuente de ingreso de los productores y familias de la región”, manifestó Piñón.
De tal forma que la Declaratoria de Emergencia debe ser una prioridad y debe llevarse a cabo, pues si bien es cierto ya se está realizando el recuento de daños por la autoridad estatal a través de la secretaría de Desarrollo Rural, está en juego la estabilidad económica y productiva de cientos de familias.
Por lo que poder brindar un respaldo con acciones oportunas de asistencia e infraestructura pública, además de fondos, ya sea de carácter federal o estatal, será importante para el desarrollo económico de la región de Allende, concluyó el legislador priista.