«Hemos hecho todo lo que hemos podido, con los recursos que tenemos y dentro del sistema en el que estamos operando», ha defendido Mayorkas, quien sin embargo ha recriminado que la administración Biden está «trabajando dentro de las limitaciones de un sistema de migración fundamentalmente roto», según recoge la cadena CNN.
El secretario de Seguridad Nacional ha admitido que las autoridades estadounidenses no cuentan con los recursos que necesitan, ni tampoco con los que han solicitado. De este modo, Estados Unidos afronta el fin de la actual normativa migratoria y se prepara para la entrada en vigor del Título 8, una legislación con décadas de antigüedad.
Mayorkas ha comparecido este jueves ante los medios de comunicación en la Casa Blanca para admitir que «el desafío es, y será, muy difícil», reconociendo también que la Administración Biden deberá enfrentarse a un problema que «solo puede aumentar en este momento de transición».
«Tomará un periodo de tiempo para que nuestro enfoque realmente gane tracción y muestre resultados, y he sido muy claro al respecto (…). Pero sabemos cómo manera esta tensión, por difícil que sea», ha zanjado el secretario de Seguridad Nacional.
Por otro lado, Mayorkas ha informado de que el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ordenó el miércoles por la noche el envío de un autobús con medio centenar de migrantes a bordo hacia la residencia de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en Washington.
«Es un día triste y trágico cuando un funcionario del gobierno usa a los migrantes como un peón con fines políticos», ha aseverado Mayorkas en alusión a una estrategia repetida en los últimos meses por Abbott y otros líderes del Partido Republicano.
Tanto el gobernador de Texas como su homólogo de Florida, Ron DeSantis, principales azotes de la Administración Biden, han enviado en los últimos meses migrantes hacia estados gobernados por el Partido Demócrata como señal afrenta a las políticas migratorias de la Casa Blanca.