Esto forma parte de unas nuevas medidas que tienen el objetivo de reducir los cruces fronterizos ilegales al tiempo que crean nuevas vías legales, como un plan para abrir 100 centros de migración regionales en todo el hemisferio occidental, dijeron funcionarios del Gobierno.
Sin llegar a imponer una prohibición total, la medida tiene importantes limitaciones al asilo para aquellos que crucen de manera ilegal y que no hayan buscado antes un acceso legal. La norma fue anunciada en febrero, pero la versión finalizada entra en vigor el jueves.
Es casi seguro que se enfrentará a impugnaciones jurídicas. En 2019, el entonces Presidente Donald Trump buscó medidas similares, pero más estrictas. Sin embargo, un tribunal federal de apelaciones evitó que entraran en vigor.
Funcionarios estadounidenses también dijeron que tenían planes de abrir centros regionales por todo el hemisferio, donde los migrantes podrían solicitar ir a Estados Unidos, Canadá o España.
Se habían anunciado dos centros en Guatemala y Colombia. De momento no está claro dónde se abrirían otros. Los funcionarios del Gobierno estadounidense hablaron bajo condición de anonimato para discutir planes fronterizos en curso que no han sido dados a conocer.
Las medidas tienen el objetivo de alterar radicalmente la manera en la que los migrantes llegan a la frontera sur de Estados Unidos.
Las restricciones implementadas en la pandemia de Covid-19 que llegan a su fin esta semana habían permitido a los agentes fronterizos expulsar a la gente rápidamente, y así lo hicieron 2.8 millones de veces.
Pero incluso cuando las restricciones, conocidas como Título 42, estaban en vigor, los cruces fronterizos aumentaron a máximos históricos. Y el Congreso no ha realizado ningún cambio importante a la ley de migración en décadas.
Las autoridades estadounidenses se están preparando para un fuerte aumento en las llegadas de migrantes que buscarán cruzar la frontera esta semana, posiblemente para eludir las nuevas reglas.
Otros están esperando hasta que el Título 42 sea retirado, pensando que es posible que mejoren sus posibilidades. Una vez que se produzca el cambio, los migrantes a los que se sorprenda cruzando ilegalmente no podrán regresar durante cinco años, y pueden enfrentarse a acciones penales si lo hacen.