La madrugada del 3 de mayo, Rusia dio a conocer que un dron aparentemente de origen ucraniano había intentado matar al presidente Vladimir Putin en el Kremlin, por lo que prometieron una dura respuesta.
Por esa razón, los rusos decidieron que en las últimas 24 horas comenzarán con un ataque de drones en contra de Ucrania, por lo que enviaron 24 drones a diferentes partes del país incluyendo Kiev.
Ante este ataque, las fuerzas aéreas ucranianas dieron a conocer que en cooperación con otras unidades de defensa aérea lograron derrumbar 18 de los 24 drones rusos que estaban haciendo estragos en el país.
Lamentablemente los drones que no fueron posibles derrumbar dejaron grandes y cuantiosos daños en las ciudades que atacaron, además de que más de 20 personas resultaron heridas y 16 más perdieron la vida.