En una secuencia de eventos, que involucró a la marca de cervezas Bud Light y a la activista transgénero, Dylan Mulvaney, generó que empezaran a ‘rodar cabezas’ de parte de los ejecutivos involucrados. Daniel Blake, quien fungía como vicepresidente de marcas principales de Anheuser-Busch, dimitió tan solo días después de que la vicepresidenta de marketing, Alissa Heinerscheid, renunciara a su puesto.
Según Daily Mail, los informes señalan que las decisiones de darse de baja que ambos tuvieron, no fueron voluntarias. Heinerscheid y su equipo fueron también los responsables del anuncio de Bud Light en el Super Bowl y el ‘Bud Light Carry’. Estos querían hacer que la marca fuera más amigable para las mujeres y al igual que con Mulvaney, llegar a otro público.
“Dadas las circunstancias, Alissa ha decidido tomar un permiso de ausencia que apoyamos. Daniel también ha decidido ausentarse”, dijo la compañía según el portal de noticias.
Muchos consumidores de esta bebida tuvieron una reacción bastante agresiva sobre esto, criticando fuertemente a la cervecería y grabando videos donde tiraban a la basura grandes cantidades de cervezas, asegurando que nunca más las comprarían.
“Muy mala decisión querer hacer inclusión forzada”, escribió un usuario en redes sociales. “Vamos a ver cuantos más se atreven”, sumó otro. “Una cosa es incluir y otra es obligar metiéndolo hasta en la sopa”, dijo alguien más.
Además, El CEO de Anheuser-Busch, Brendan Whitworth, había entregado una disculpa pública hace pocas semanas antes de esto:
“Nunca tuvimos la intención de ser parte de una discusión que divide a la gente. Estamos en el negocio de reunir a la gente con una cerveza. Mi tiempo al servicio de este país me enseñó la importancia de la responsabilidad y los valores sobre los que se fundó Estados Unidos: libertad, trabajo duro y respeto mutuo”, aseveró en un comunicado.