Al terminar la mañanera, el Mandatario federal pidió no descalificar a nadie en el mundo.
«Reitero, refrendo, mantengo mi postura de que no debe de utilizarse lo jurídico, los asuntos supuestamente legales, con propósitos políticos electorales, por eso no estoy de acuerdo con lo que le están haciendo al ex Presidente Trump. No estoy de acuerdo», soltó
«Es que yo ya lo padecí y que no quieran descalificar a nadie en ninguna parte del mundo, Castillo en el Perú, lo que me hicieron a mí aquí, que me desaforaron porque no querían que yo apareciera en la boleta como candidato a la Presidencia, ese era el fondo de todo, que sea el pueblo el que decida y no hay que tenerle miedo al pueblo y tenerle confianza, pero no impedirle a nadie que participe y pueden decir es que legalmente si puede participar, si, allá si, aquí no».
Ayer, fiscales de Manhattan acusaron a Donald Trump de orquestar un plan de dinero secreto para allanar su camino a la Presidencia y luego encubrirlo desde la Casa Blanca.
El ex Mandatario acudió al edificio de tribunales penales en el Bajo Manhattan, para escuchar los 34 cargos en su contra por presentación de registros financieros falsos en primer grado, un delito grave de bajo nivel que conlleva un máximo de cuatro años de prisión por cada uno, aunque si es declarado culpable, un juez podría sentenciarlo a libertad condicional.
El fiscal de distrito Alvin L. Bragg acusó a Trump de encubrir un potencial escándalo sexual durante la campaña presidencial de 2016 al comprar el silencio de tres personas; entre ellas, dos que dicen haber tenido relaciones sexuales con él. Los pagos luego se habrían registrado -cuando Trump ya estaba en la Casa Blanca- como «honorarios legales» en las cuentas de su empresa.
De traje oscuro y corbata roja, el ex Presidente se declaró inocente.
En NY, la falsedad contable generalmente se considera como una infracción, pero se convierte en delito si se comete para «encubrir» otro, que en este caso, según Bragg, sería la violación de leyes electorales.
A decir de especialistas en defensa criminal, citados por The Wall Street Journal, el caso «tiene una base un tanto inestable, compuesta de pruebas circunstanciales y testimonios internos de un ferviente enemigo de Trump, cuya credibilidad atacará el equipo de defensa».
Algunos señalan que no está claro que el republicano violó las reglas federales de financiamiento de campañas dado que la línea entre el gasto político y personal en tales escenarios suele ser ambigua.