El camión transportaba madera y migrantes ilegales escondidos en compartimentos secretos, cuando los polleros se dieron cuenta de que los 18 pasajeros estaban muertos decidieron escapar y abandonar el camión cerca de la capital Sofía en Bulgaría.
Las autoridades se dieron cuenta del camión cuando las personas comenzaron a denunciar su abandono en la carretera y al llegar se dieron cuenta de que dentro se encontraban los 18 cuerpos, entre los cuales había un niño de siete años.
La policía comenzó con las investigaciones y gracias a las grabaciones lograron arrestar a cuatro personas, las cuales son las posibles responsables de transportar a los migrantes en el camión donde murieron.
Por el momento no se sabe cuales son las identidades de los migrantes pero se supo que entre ellos existía un menor y que la mayoría son de Afganistán, sin embargo las investigaciones continúan.