La producción es 34.2 por ciento menor a la prevista en el Plan de Negocios que en 2019, cuando se planteó una meta de 2 millones 321 mil barriles diarios al cierre de 2022.
Jesús Carrillo, director de Economía y Sustentabilidad del IMCO, apuntó que el problema con Pemex es que se establecieron metas muy altas, con una sobreestimación de la producción en los campos prioritarios.
En contraste, señaló Carrillo, se restringieron las opciones para realizar inversiones con el apoyo del sector privado, lo que ha limitado nuevos descubrimientos.
Arturo Carranza, experto en energía, dijo que la falta de competencia, derivado de la actual política energética, e incluso el bajo desarrollo humano y tecnológico, no permiten a México elevar su producción.
«Si no hay un replanteamiento en la política energética», dijo el especialista, «las probabilidades de que la producción continúe cayendo son mayores».
La Secretaría de Energía ajustó sus expectativas de producción para Pemex, en lo individual, a un millón 571 mil barriles diarios para finales de 2022.
La semana pasada, Pemex aseguró haber rebasado un millón 800 mil barriles diarios, pero esta cifra considera la producción con socios privados.