El movimiento de los aviones fue calificado como de rutina, y en un comunicado el NORAD dijo que los aparatos rusos en ningún momento entraron el “espacio aéreo soberano” de Estados Unidos ni de Canadá y aclaró que no están “de ningún modo relacionados” con el globo espía chino ni con los tres objetos voladores no identificados que ha abatido en las últimas dos semanas.
En concreto, los aviones de Rusia se encontraban en “la Zona de Identificación de Defensa Aérea” de Alaska, que engloba el espacio aéreo del país más una área más amplia en la que el tráfico aéreo es supervisado por las fuerzas armadas nacionales para prevenir amenazas.
Precisó que dos de los aparatos rusos eran un bombardero Tupolev Tu-95 y un caza de defensa aérea Sukhoi Su-35.