Los primeros testigos convocados al juicio contra el exsecretario de Seguridad de México, Genaro García Luna, afirman que el exfuncionario recibió sobornos millonarios por parte de organizaciones criminales, a cambio de protección e información privilegiada.

El proceso, que se lleva a cabo en EE.UU. pero despierta una fuerte expectativa en México por las revelaciones que podrían afectar a los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, comenzó hace dos semanas pero los primeros testimonios se escucharon recién el lunes.

Desde ese día, han testificado Sergio Villarreal Barragán, alias ‘El Grande’, un importante operador del Cártel de los Beltrán Leiva; Tirso Martínez Sánchez; ‘El Futbolista’, quien trabajó con los cárteles de Sinaloa y Juárez; Ernest Caín, un policía retirado de Chicago; cinco agentes de la DEA; y Héctor Solentino, un narcomenudista de Nueva York.

La exposición más extensa ha sido la de ‘El Grande’, quien aseguró que, cuando era director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), bajo el Gobierno de Fox, García Luna comenzó a recibir mensualmente un millón y medio de dólares por parte del Cártel de los Beltrán Leyva, que en esa época estaba aliado al Cártel de Sinaloa.

En total, a lo largo de sus años de complicidad, García Luna habría recibido alrededor de 250 millones de dólares.

Según ‘El Grande’, el apoyo del entonces poderoso funcionario permitió que sicarios pudieran participar en operativos de la AFI para combatir a cárteles rivales. Supuestamente, los narcos también elegían a comandantes policiales amigos en las distintas regiones del país y tenían liberadas las rutas para traficar drogas.

La protección de García Luna habría permitido que el Cártel de Sinaloa expandiera sus operaciones de cuatro a más de 20 estados. Es decir, a más de la mitad del país. Esa alianza facilitó que la organización criminal se convirtiera en la más poderosa de México.

«Arturo Beltrán era el responsable directo de pagarle, a mí me tocó presenciar esos pagos», afirmó ‘El Grande’ en una detallada exposición en la que recordó que, por lo menos en 20 ocasiones participó en la entrega de sobornos en la Ciudad de México y a las que, junto con García Luna, acudía Luis Cárdenas Palomino, uno de sus funcionarios más cercanos que hoy está en prisión acusado de tortura.

Ganancias, risas y un secuestro

El narcotraficante contó que el soborno más abultado en una sola entrega fue de unos 14 millones de dólares, y que García Luna y Cárdenas Palomino lo recibieron en 2003, después de que le filtraran al Cártel de Sinaloa información que les permitió quedarse con dos toneladas de cocaína que le pertenecían al Cártel del Golfo y a la Familia Michoacana.

«Todos estaban contentos porque era un cargamento muy importante y a la AFI le correspondía la mitad, pero no les dábamos la droga sino el equivalente en dinero (…) lo entregamos en billetes de cien dólares dentro unas cajas de cartón», dijo.

Pero también había «regalos» en especie, como una exclusiva moto Harley Davidson que le habrían llevado a García Luna a su propia casa. A cambio, presuntamente, el Cártel recibía equipamiento tecnológico e información para escapar de operativos.

Uno de los operativos incluía la boda de Edgar Valdez Villarreal, ‘La Barbie’, (un narco que ya cumple una condena en una cárcel desconocida de EE. UU.), y que se iba a llevar a cabo en Acapulco. «No se canceló la fiesta, pero al final ya nadie fue a la boda, ni la Barbie», dijo ‘el Grande’, lo que provocó la risa de quienes estaban en la audiencia.

Según el narcotraficante, los problemas en la relación con García Luna comenzaron cuando los Beltrán Leyva se pelearon con Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán e Ismael ‘Mayo’ Zambada, líderes del Cártel de Sinaloa.

En esta parte de su testimonio, ‘el Grande’ contó uno de los episodios que mejor reflejan la escala del dominio narco. Luego de que García Luna se negara a involucrarse en los pleitos internos del Cártel de Sinaloa, Arturo Beltrán Leyva lo secuestró durante algunas horas en el estado de Morelos.

«Esto es para que veas que, para mí, no hay nada imposible», le dijo. García Luna entonces ya era secretario de Seguridad Pública del Gobierno de Felipe Calderón, pero el jefe narco le dejó en claro que él era todavía más poderoso.

La versión del secuestro ya había sido publicada por varios periodistas, pero es la primera vez que la ratifica uno de los participantes.

Contrastes

El testimonio de ‘El Grande’ fue pormenorizado, aunque la defensa de García Luna intentó comenzar con él su estrategia de desacreditar las declaraciones de todos los narcotraficantes que serán llamados como testigos, con el argumento de que solo quieren beneficios legales.

Pero no es el caso de este narco, que ya cumplió su condena en una cárcel de EE.UU. De hecho, ‘El Grande’ hoy vive en ese país y sus hijos tienen la nacionalidad estadounidense. Si le mintiera al tribunal, volvería a prisión.

En cambio, el segundo testigo que participó, Tirso Martínez Sánchez, alias ‘El Futbolista’, sí tiene un interés concreto, ya que con su colaboración aspira a que el Gobierno de EE.UU. le otorgue la visa de residencia.

A diferencia de ‘El Grande’, su declaración fue problemática porque la mayoría de las operaciones de tráfico de drogas de México a EE.UU., de las que él mismo participó, datan de la década del 90, es decir, cuando García Luna todavía no era funcionario.

Sin embargo, la fiscalía tomó en cuenta algunos envíos de cocaína realizados entre 2001 y 2003 en tren a Nueva York, y que consideran no habrían sido posibles sin la complicidad de García Luna.

Después de él, hablaron un policía retirado de Chicago y cinco agentes de la DEA, pero se limitaron a contar los operativos en los que descubrieron cargamentos de drogas en Chicago y en Nueva York. Un narcomenudista de esta segunda ciudad confirmó cómo llegaba y se distribuía la cocaína.

Agenda

El juicio se reanudará el próximo lunes. Se prevé que durará dos meses y que desfilarán alrededor de 70 testigos, lo que implica que a más tardar a fines de marzo se sabrá si el jurado considera que García Luna es inocente o culpable.

La sentencia debe darse por unanimidad de las 12 personas que conforman el jurado (siete mujeres y cinco hombres), ya que, si no llegan a un consenso, el juicio será declarado nulo.

García Luna, de 54 años, fue director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante la presidencia de Fox (2000-2006) y secretario de Seguridad Pública con Calderón (2006-2012).

El 9 de diciembre de 2019 fue detenido en EE.UU., en donde radicaba, luego de que el Departamento de Estado lo acusara de haber recibido sobornos millonarios por parte del Cártel de Sinaloa mientras ocupaba sus altos cargos.

Formalmente está acusado de cinco delitos: en tres casos se trata de conspiración internacional para exportar cocaína y otras drogas a EE.UU.; otro es por delincuencia organizada; y uno más, por haberle mentido en 2018 a un agente federal de inmigración.

El juicio se lleva a cabo en la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, y el tribunal está encabezado por Brian Cogan, el juez que condenó a perpetua al ‘Chapo’ Guzmán.

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