Una “vida loca”, llena de gastos dignos de un marajá de la India –con diamantes, caballos de carreras, un Lamborghini y propiedades de lujo– se daba hasta hace unos meses un residente de El Paso de apenas 27 años, de nombre Abner Alejandro Tinoco.

Con 212 inversionistas que creían que invertía su dinero en criptomonedas y divisas de alto rendimiento, Tinoco rentaba una oficina en uno de los edificios más emblemáticos de El Paso, el Mills, con vista a la Plaza San Jacinto.

En realidad, Tinoco practicaba una estafa conocida como Esquema Ponzi –o “pirámide”–, en la que utilizaba fondos de sus inversionistas para pagar los intereses y darse la gran vida, hasta que la situación se volvió insostenible y fue encarcelado.

Pese a que poseía antecedentes criminales por narcotráfico, Tinoco cumplió un año con su compañía Kikit & Mess, bautizada en honor a sus mascotas, en septiembre de 2021.

En junio de ese año, adquirió tres casas de lujo en algunas transacciones en las que se vio involucrada su esposa, Zoe Rachelle Hackett, según reporta una página bajo supervisión de una corte federal que busca vender los bienes para restituir a los clientes defraudados.

Además de las casas, a Tinoco le fueron identificados diferentes bienes en la categoría de superlujo.

Éstos incluyen un automóvil Lamborghini 2018 que le fue entregado a un joyero de Beverly Hills a cambio de diamantes. Además, otros autos como un Bentley Continental GT 202, un McLaren 600LT y un Lexus IS 200T.

También se incluyeron dos caballos: uno de la raza American Paint llamado Velvet Jac y otro, cuarto de milla, bautizado como The Perfect Pair.

Se le encontraron joyas de oro y diamantes con un valor de 20 mil dólares y varios relojes de diseñador de alta gama que resultaron ser falsos.

De aproximadamente 9 millones de dólares en inversiones depositadas en sus cuentas comerciales, Tinoco gastó más de la mitad en gastos personales que incluyen automóviles de lujo, aviones privados, bienes raíces y joyas. Tinoco fomentó el engaño al proporcionar parte de los fondos malversados como ganancias a sus clientes.

Tinoco enfrenta una pena máxima de 20 años de prisión más restitución y una multa máxima de 250 mil dólares por cada cargo. Aún no se ha decidido la fecha de la sentencia. Un juez de un tribunal de Distrito federal determinará cualquier sentencia después de considerar las Pautas de Sentencia de Estados Unidos y otros factores legales.

En un caso civil separado derivado del esquema anterior, la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC) obtuvo un decreto de consentimiento civil contra Tinoco y su negocio, imponiendo una prohibición relacionada con las actividades comerciales. El Departamento de Justicia trabajará para lograr la restitución de cualquier víctima adicional del plan de Tinoco.

El fiscal federal Jaime Esparza, del Distrito Oeste de Texas, y el agente especial a cargo Jeffrey R. Downey, de la Oficina de Campo del FBI en El Paso, hicieron el anuncio.

El FBI está investigando el caso. Los fiscales federales adjuntos Shane Romero y Chris Skillern están procesando la parte acusatoria.

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