Cañeros se coloca 3-1 en la serie por el campeonato de la Liga del Pacífico y podría coronarse en territorio rival este jueves 26 de enero cuando se lleve a cabo el Juego 5, encuentro programado a las 7.30 de la noche en Sinaloa, 8:30 pm en el tiempo del centro de México.
Los Mochis está más cerca que nunca de conseguir ese ansiado título que se les ha negado durante 20 años y dos finales perdidas en ese camino. La última vez que se coronaron fue en la temporada de 2002-03.
“El juego de mañana es un juego más, obviamente sabemos lo que significa”, dijo el manager de Cañeros, José Moreno, en la conferencia posterior al encuentro. “Nosotros mentalmente estamos listos, para eso es que estamos aquí: para jugarlo y ganarlo”.
Después de verse limitados a dos hits en el partido anterior, la ofensiva de Cañeros inició a tambor batiente con un triple de Justin Dean que anotó la primera carrera del juego en la primera entrada gracias a un batazo remolcador de “Tito” Valenzuela, uno de los héroes en la remontada del juego 2 para Los Mochis.
Juan Uriarte, quien impulsó cinco carreras en los primeros dos desafíos, dio el hit con el que Valenzuela puso la pizarra 2-0. Ya con la ventaja, el abridor cañero Darel Torres inició con la confianza necesaria que lo llevó a recibir su primer imparable hasta la cuarta entrada, un doble de Jesse Castillo que terminó anotando después de que Joey Terdoslavich diera un sencillo.
Apenas arriba por la mínima en la quinta, Rodolfo Amador, quien dejó a Algodoneros en el terreno el pasado domingo, también volvió a ser clave para Los Mochis al dar un sencillo que le permitió a Justin Dean enfilarse al pentágono.
A pesar de un buen tiro del patrullero derecho que parecía dejar la pelota para el out en home, Dean se escurrió del toque del receptor José Heberto Félix para anotar el 3-1.
Edgar Robles sentenció el juego con un jonrón que levantó a los esparcidos aficionados de los Cañeros de sus asientos mientras el resto del parque permanecía sentado, algunas personas animando y pidiendo una reacción de sus Algodoneros.
Tras una gran apertura de Torres, quien lanzó 5.0 entradas de una carrera y solo tres hits, Fabián Cota lo relevó poniendo en entredicho su etiqueta de un relevista confiable este año llegando a tener corredores en las esquinas.
La reacción que tanto pedía el público local estaba ante sus ojos, pero Cota volvió a dejar sentada a la mayoría de la afición del Kuroda Park colgando un cero de oro.
De hecho, el relevo de Cota se hizo todavía más relevante después de completar 3.1 innings en blanco, dejándole el juego al cerrador Juan Gámez que terminó el juego sin sobresaltos.