Jiménez.- Casi mil 300 migrantes, el 80 por ciento, que conforman la caravana que está en Jiménez y que viaja hacia Juárez, planean llegar directo a Estados Unidos debido a que en su mayoría está integrada por nicaragüenses que huyen de su gobierno.

Consideran que un alto porcentaje de migrantes de dicha nacionalidad son recibidos por el gobierno de Joe Biden.

“Por eso quieren llegar antes del 21 (de diciembre), ese es su interés, su inquietud”, ya que en dicha fecha Estados Unidos podría terminar la orden de salud pública llamada Título 42 e instaurar algún otro programa para devolverlos a México”, explicó el alcalde de Jiménez, Marco Chávez.

Familias completas con niños pequeños, mujeres embarazadas y personas mayores pasaron 48 horas en tres albergues improvisados por el Ayuntamiento y esperan partir hoy a Ciudad Juárez. La mayoría de los mil 600 migrantes llegaron agotados, con hambre y asustados tras haber sido secuestrados por gente armada en el estado de Durango.

Familias completas; niños pequeños, muchos de ellos en brazos, mujeres embarazadas, personas mayores, mil 600 hombres y mujeres componen la caravana migrante que desde el pasado jueves arribó al municipio de Jiménez

Familias completas; niños pequeños, muchos de ellos en brazos, mujeres embarazadas, personas mayores, mil 600 hombres y mujeres componen la caravana migrante que desde el pasado jueves arribó al municipio de Jiménez, desde donde esperan partir hoy con destino a Ciudad Juárez, luego de pasar 48 horas en tres albergues improvisados por el Ayuntamiento para su estadía.

Agotados, así es como entraron al estado de Chihuahua, con sueño, con hambre y muchos de ellos asustados, tras haber sido incluso secuestrados por gente armada en el estado de Durango. Por fin descansan, dicen muchos de ellos, mientras permanecen recostados en el piso de alguno de los tres auditorios y gimnasios que se habilitaron como albergues temporales para recibirlos.

En las calles de este municipio, colindante con el estado de Durango, también se hizo notoria la presencia de los viajeros, de originarias de Haití, Venezuela, Ecuador, Republica Dominicana y Cuba, que salen a buscar alguna manera de comunicarse con sus familiares, comprar lo que haga falta para seguir el camino, o simplemente para despejarse.

Esto debido a que si bien es mucho el cansancio que expresan sus rostros y ellos mismos, también es mucha la esperanza de poder llegar a la frontera y pasar hacia Estados Unidos, tanto es así que seguirían “peleando con su vida”, por continuar este camino, según dicen algunos de ellos luego de que se haya esparcido la noticia de que podrían ser retenidos en el lugar.

Sin embargo “son libres y ellos pueden seguir su camino”, les ha hecho saber el alcalde dicho municipio, Marco Chávez, quien también afirmó que por humanidad dispusieron lo necesario para la estadía de los migrantes.

Es así que en los albergues a los migrantes se hicieron revisiones médicas, vacunaciones, se les dio vestido, cobijas y alimentos. Luego de una experiencia “de terror”, como ellos mismos definen su paso por Durango, se ven más relajados, decenas de niños juegan entre la multitud, otros más aprovechan las canchas para jugar un partido de fútbol y despejarse.

Los migrantes se arremolinan para platicar con los policías del Grupo SWAT de Secretaría de Seguridad Pública, de Fiscalía General y de la Guardia Nacional que los han seguido a lo largo del viaje. Les piden por favor les resguarden, los cuiden para llegar sanos y salvos a su destino. También buscan la comida, “repiten hasta que se llenan”, dice una de las trabajadoras municipales que les ha preparado la comida. “Un guiso de chuletas ahumadas que para ellos es un caviar”, afirma.

Cada uno de ellos cuenta una historia diferente, pero tienen un destino común. “Vamos a llegar todos, todos los que venimos queremos estar allá en Juárez, vamos a llegar a Estados Unidos”, aseguran, con la esperanza de poder ingresar a Estados Unidos, por un sueño, por dejar atrás la crisis, una distinta en cada país, pero todas parecidas.

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