“Ellos se burlaban y desenfundaron sus armas y nos apuntaban en todo momento”, dijo Daniel, de 35 años de edad, quien aseguró que ellos sólo buscaban entablar un diálogo con la Patrulla Fronteriza, guiados por el artista mexicoestadounidense Roberto Márquez “Robenz”, cuando se sintieron amenazados al no saber si los estaban apuntando con armas de fuego o de electrochoque (taser).
El ataque ocurrió la tarde del lunes cuando, guiados por el ciudadano estadounidense, un grupo de migrantes venezolanos comenzó una marcha pacífica sobre el bulevar Bernardo Norzagaray para pedir a Estados Unidos que les diera una oportunidad de ir a trabajar, pero luego cruzaron el río Bravo/Grande que divide a ambos países, por lo que fueron abordados por la Patrulla Fronteriza.
Después de que detuvieron al artista y a un migrante venezolano que se acercó a ellos con una bandera de Estados Unidos, los migrantes comenzaron a reclamar y los agentes les pidieron que se sentaran, por lo que ellos pensaron que iban a entablar un diálogo y se sentaron, pero arribaron más agentes y les dijeron que iban a ser trasladados, explicaron.
Le disparan por la espalda
Daniel narró que los migrantes corrieron hacia México y comenzaron a gritar porque los agentes agredieron a una adolescente cuando trataban de detenerla.
“Lo que les decíamos nosotros fue de ver cómo a una menor de edad la agredieron, la arrastraron y le colocaron su pie encima de su cuello, cualquier persona presente en ese momento pues hubiera hecho algo. Y nosotros lo que hicimos fue sólo quitársela, arrastrarla, fue donde ellos se burlaban y desenfundaron su arma y nos apuntaban en todo momento para querernos reprimir. Ahí mismo dimos la espalda porque nos sentimos intimidados cuando desenfundaron su arma de reglamento, porque no sabemos cómo cada funcionario tome la situación, son seres humanos. Y fue donde nos dispararon con balas de goma la espalda”, apuntó.
Ayer, Eli mantenía las huellas de los impactos que recibió en la espalda, el cuello y el brazo, luego de haberles gritado “cobardes” a los agentes estadounidenses y de haberse hincado con la bandera de Venezuela frente a los agentes.
“Era una bandera, ni piedras, ni palos contra ellos, solamente gritaba que eran cobardes, ¿por qué nos maltrataban si nosotros estábamos desarmados?, y lo que estaba diciendo yo es que eran unos cobardes, uno de los funcionarios como que se ensañó con nosotros porque éramos los que estábamos alzando más la voz”, narró Eli.
Era de Honduras
Dijeron que un migrante hondureño les aventó una piedra a los agentes, y que el mismo grupo corrió para tratar de detenerlo y entregarlo a los agentes, pero el centroamericano huyó hacia México.
“Ahora estamos a la espera de cualquier respuesta, aquí en Ciudad Juárez el frío es muy fuerte, éste es nuestro hogar, ésta es nuestra casa”, comentó Daniel al mostrar el campamento sobre el río Bravo.
“No culpamos a nadie, ni al Gobierno de Estados Unidos, la decisión fue de nosotros de haber salido de nuestro país en busca de un futuro mejor, particularmente tengo tres hijos y es por ellos que decidí venirme de mi país, porque estamos atravesando una crisis económica fuerte y no es sustentable trabajar ni vivir allá. Con todo el dolor de mi alma, con todo el dolor de mi corazón abandoné mi país, porque no es fácil salir de tu país y pasar por todas estas peripecias, el ánimo desvanece, la moral decae”, dijo quien viaja con sus dos hermanos con el sueño de lograr un futuro mejor para apoyar a sus hijos y a sus padres.
Guardan silencio
Hasta ayer la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso no había dando una postura oficial sobre el hecho ocurrido la tarde del lunes, mientras que el sindicato de la Patrulla Fronteriza argumentó a través de Twitter que los agentes fueron atacados con piedras.