Ciudad Juárez.- Con lugar para 200 personas en los albergues municipales, regidores de la Comisión de Derechos Humanos acudieron ayer al campamento de los venezolanos en el bordo del río Bravo a ofrecerles estos espacios por las noches, pero los migrantes se negaron porque aseguran que desean permanecer ahí para presionar a las autoridades de Estados Unidos y que los dejen pasar.

Los caribeños pidieron baños, agua potable y bolsas para la basura, por lo que el edil coordinador de la Comisión de Derechos Humanos, Jorge Bueno, aseguró que iba a gestionar los apoyos que pudiera proporcionales el Municipio. 

Los ediles, junto con el director de Derechos Humanos del Municipio, Santiago González Reyes, también acudieron al nuevo albergue Ónix, que instalaron el Municipio y el Gobierno del Estado, mismo en el que se dio refugió la noche del martes a 204 personas y tienen lugar para 100 más, igual que en el gimnasio “Kiki” Romero.

Los ediles acudieron al bordo del río Bravo, donde les dijeron a los venezolanos que en las noches podían acudir al albergue municipal, sin embargo, los migrantes dijeron que no se quieren mover de ahí.

Los regidores que acudieron son Jorge Bueno, Alma Arredondo y Tania Maldonado.

Se sienten seguros aquí

Los venezolanos afirmaron que Juárez es la ciudad donde más se han sentido seguros y agradecieron a la gente que se ha acercado para apoyarlos, así como a los católicos y cristianos que los han ayudado.

“La gente se ha portado muy bien, me robaron el corazón en Juárez, es lo máximo”, dijo uno de ellos.

Afirmaron que lo que desean es llegar a Estados Unidos porque allá tienen familiares y aquí no conocen a nadie y se sienten desorientados.

“No queremos ser un peso para Juárez ni para Estados Unidos, sabemos trabajar, no queremos ser mantenidos”, indicó otro sudamericano a los regidores.

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