La noticia sobre la relación entre Almagro y una mexicana unos 20 años menor que él salió a la luz cuando los delegados de los 34 países llegaban a la capital de Perú esta semana para la reunión anual de la OEA.
Sin embargo, dentro de la organización promotora de la paz y la democracia con sede en Washington, esta relación de varios años ha sido un secreto a voces y una fuente de malestar para algunos de los 600 empleados, quienes se sienten intimidados por tener que trabajar con la presunta amante del jefe, según varios empleados actuales y retirados, y diplomáticos regionales.
Tres de ellos dijeron que los vieron besándose junto a una alberca durante la Asamblea General de la OEA en Medellín en 2019. Otro declaró que los vio tomados de la mano en su oficina a mediados de 2020. Según un ex funcionario estadounidense, el jefe de la OEA le comentó que esa relación fue la que provocó su separación de su segunda esposa en la época de su reelección en 2020.
El código de ética de la OEA dice que un miembro del personal no debe mantener una relación íntima con un colega de manera tal que «interfiera con el desempeño de sus funciones o coloque en desventaja a otras personas en el lugar de trabajo». Establece que un jefe no debe ejercer funciones de supervisión sobre la otra persona ni beneficiarla en modo alguno.
Almagro, de 59 años, rechazó los pedidos reiterados de declaraciones de la AP, pero un vocero de la OEA negó que el secretario general de la organización fuera alguna vez el supervisor de la mujer, quien según él trabaja desde 2019 en la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia.
«Almagro nunca participó de las decisiones relativas a los intereses de esta empleada dentro de la OEA», aseguró el vocero Gonzalo Espariz en un correo electrónico.
Pero en varias semblanzas en línea y en fotos con Almagro, incluso en marzo de este año y algunas publicadas en las cuentas de la OEA en redes sociales, se dice que la mujer es «asesora» o a veces «jefa de asesores» del secretario general.
Después de que la AP se comunicó con la mujer a su email de la OEA, su perfil en LinkedIn fue modificado para reflejar que ya no es asesora de la organización. La oficina de prensa de la organización dijo que está con licencia sin goce de sueldo desde junio, sin explicar por qué.
La mujer, a quien no se identifica por pedido de la OEA y porque la investigación aún está en curso, también se negó a hacer declaraciones, pero fue citada extensamente sobre la relación «muy profunda y muy intensa» con su jefe en una biografía de Almagro, publicada a finales de 2020 en su Uruguay natal: Luis Almagro no pide perdón.
«Le digo siempre: ‘Yo soy más inteligente porque me costó nada más que 38 años conocerte, a ti te costó como cincuenta y pico'», dijo ella a los autores del libro.
En la biografía, el jefe de la OEA se negó a hablar sobre la relación y se limitó a citar al gran poeta nicaragüense Rubén Darío: «Con el cabello gris me acerco a los rosales del jardín».
Almagro también dijo que «el sexo femenino» ha sido «un motor muy importante» en sus ambiciones profesionales.
Sacudida tras sacudida
Hace menos de dos semanas, otra organización regional dominada por Estados Unidos, el Banco Interamericano de Desarrollo, destituyó a su presidente Mauricio Claver-Carone, un ex funcionario de la Casa Blanca, ante denuncias similares de favorecer a una subordinada con la cual supuestamente tenía una relación íntima.
A diferencia del BID, que contrató a una firma de abogados para indagar en la relación de Claver-Carone con su jefa de despacho, la OEA aparentemente está manejando el asunto de manera interna.
El Inspector General de la OEA dijo a la AP que decidió indagar en el asunto después de recibir el 3 de junio una denuncia anónima, vaga en los detalles, acerca de una relación íntima de Almagro con una empleada a la que no se nombra. El informe más reciente de la inspectoría, el 31 de julio, se refiere al asunto como «Presunta conducta inapropiada de un alto funcionario de la OEA».
El polémico Almagro
El uruguayo fue elegido jefe de la OEA casi por unanimidad en 2015, después de haber sido Ministro del Exterior del Gobierno izquierdista de su país. Durante todo su período se ha cuestionado su estilo de liderazgo.
Desde el principio, Almagro se plegó a Estados Unidos en la oposición a los Gobiernos socialistas de Cuba y Venezuela. En una ocasión parafraseó la frase del Presidente Donald Trump de que no descartaría el uso de la fuerza militar para destituir al Presidente venezolano, Nicolás Maduro, una posición rechazada incluso por aliados estadounidenses de derecha.
Almagro también cumplió un papel crucial en la renuncia del Presidente boliviano Evo Morales en 2019 tras una elección plagada de irregularidades, alterada según la misión de la OEA por el fraude, conclusiones que fueron cuestionadas luego por académicos de Estados Unidos.
Durante la Asamblea General de la OEA en Lima esta semana, Almagro promovió la creación de «espacios seguros» para mujeres y niñas en América, en un tuit con una foto en la que lo rodea una veintena de mujeres.
«Debemos permanecer firmes en el compromiso de desmantelar los remanentes del patriarcado que sólo buscan sofocar talento, conocimiento y experiencia de las mujeres», dijo el tuit.