CDMX.- Autoridades mexicanas afirman que un operador petrolero de la estatal Petróleos Mexicanos «dañó materialmente» a la compañía al ejecutar un acuerdo de 2017 para almacenar crudo en el mar tras el paso del huracán «Harvey».

Emilio Sampayo, quien recientemente renunció como subdirector de comercialización de crudo en la división comercial de Pemex, PMI, está en la mira por haber autorizado un pago de 1.14 millones de dólares para mantener un millón de barriles de petróleo flotando en un buque durante 38 días hasta que el comprador pudiera recibir la entrega, según personas familiarizadas con el asunto.

Los auditores de Pemex señalaron la transacción al contralor federal, que dictaminó que Sampayo actuó de manera inapropiada al pagar tarifas de almacenamiento que normalmente no paga PMI, dijeron las personas, que pidieron no ser nombradas porque la información no es pública.

Desde entonces, un tribunal federal confirmó el fallo del contralor, que Sampayo puede apelar, dijeron dos de las personas.

La investigación resalta la creciente tensión entre PMI y la unidad de auditoría de Pemex en medio de un esfuerzo del Presidente Andrés Manuel López Obrador por acabar con la corrupción dentro del Gobierno.

Los comerciantes de PMI han sido el foco de varias investigaciones de auditoría interna, según dos personas familiarizadas con el asunto, y la unidad está programada para ser eliminada como parte del plan del Presidente para poner fin a las exportaciones de petróleo y consolidar la industria energética.

En el centro de la investigación más reciente se encuentra un contrato entre Pemex y Chevron Corp. firmado en septiembre de 2017, luego de que el huracán «Harvey» devastara la costa del Golfo y provocara el cierre de al menos 17 refinerías estadounidenses.

La falta de capacidad de refinación dejó a Pemex sin lugar a dónde enviar sus barriles, lo que obligó a la empresa a cerrar la producción de crudo.

Para mantener el flujo de petróleo, PMI le pidió a Chevron, propietaria de cinco refinerías en Estados Unidos, que tomara un millón de barriles de su crudo insignia Maya dos meses antes de lo previsto, según un documento al que tuvo acceso Bloomberg.

Chevron no estaba en condiciones de procesar los barriles de inmediato, por lo que, en un movimiento inusual, PMI acordó cubrir las tarifas de estadía, en las que se incurre cuando un buque cisterna permanece en el agua por más tiempo del acordado inicialmente. Por 38 días, las multas ascendieron a 1.14 millones de dólares.

Aunque Sampayo no fue el único operador involucrado en el trato, él ejecutó los pagos.

Pemex y Chevron no están bajo investigación, dijeron dos personas. Chevron, Pemex y Sampayo no respondieron de inmediato a múltiples solicitudes de comentarios.

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