Los hechos ocurrieron el primero de septiembre, cuando un grupo de personas intentaron cruzar el río Bravo, el cual es conocido por sus fuertes y peligrosas corrientes, las cuales empeoran por las épocas de lluvias.
De este grupo de personas, nueve fueron encontradas ahogadas por elementos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense y por las aduanas mexicanas que están instaladas cerca del río.
Los agentes fronterizos estadounidenses recuperaron seis cuerpos y los mexicanos encontraron tres. Por el momento no han ofrecido información de la nacionalidad de los migrantes ni sobre su edad.
Además, las autoridades estadounidenses rescataron a 37 migrantes y otros 16 fueron detenidos por intentar cruzar el río. En el lado mexicano, las autoridades arrestaron a 39 personas que eran parte de otro grupo de migrantes que querían cruzar.
Según las autoridades, los migrantes estaban intentando llegar a Estados Unidos a través de la zona del río Bravo que está más cercana a Eagle Pass en Texas, que pertenece al sector que se ha convertido en uno de los puntos con mayores cruces de migrantes del año.