Por muchas razones uno puede “acabar” en el buró de crédito, usualmente está asociado a tener un mal historial crediticio, sin embargo son muchas las confusiones y los mitos relativos a este tipo de empresas de información financiera.

En México actualmente existen dos empŕesas dedicadas a este rubro, Buró de Crédito y Círculo de Crédito, ambas son empresas privadas que nada tienen que ver con el Estado; la función de estas empresas es recopilar datos del comportamiento de pago que tienen los clientes de diferentes instituciones y a partir de dichos datos logran crear un historial crediticio.

Por ejemplo el Buró de Crédito recibe información también de tenencias, suministro de agua y luz, etc.

Estas empresas no rechazan ni autorizan las solicitudes de crédito, esa no es su función. Lo que hacen es presentar una referencia de aquel que solicita un préstamo o un crédito a el que lo otorga y es este a su vez el que evalúa los cómos, los cuantos y los porqués de otorgar o no dicho crédito.

Otro mito famoso es el de la “lista negra”, misma que no existe, pues al momento de pedir un financiamiento ya entramos al Buró; depende de cada uno el construir un buen o mal historial crediticio, pero la empresa solo se encarga de recopilar esos datos.

Esta información está controlada por el usuario, es algo que no es muy conocido, pero los que otorgan créditos no pueden revisar la información del usuario sin autorización e incluso uno puede solicitar el servicio de bloqueo para que nadie pueda revisar dicho historial; esto representa un arma de doble filo, pues es probable que cualquiera que otorgue el crédito quiera revisar el historial de quién lo solicita y de no poder hacerlo, tal vez no lo entreguen.

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