Específicamente, el subsecretario dijo:
«En los últimos, aproximadamente ocho años, se empezaron a establecer este tipo de unidades de atención médicas, consultorios, pegados a una farmacia.
No cualquier farmacia, sino en un conjunto de farmacias de cadena o farmacias corporativas que son empresas muy lucrativas.
La idea básica con la que estos consultorios empezaron a hacer fama y después a tener una clientela importante, fue que tienen una resolución inmediata, que aparentemente soluciona problemas de salud, porque simplemente hay que pararse en el consultorio, no se necesita hacer cita y se le atiende.
Entonces eso empezó a atraer a la población, que le parecía inconveniente y desde luego puede serlo, el hacer filas y tener tiempos de espera en las instituciones públicas.
La fórmula parecía genial […] pero cuando se analiza esto de manera puntual se puede ver que en realidad es un gran engaño.
¿En qué sentido? los consultorios adyacentes a la farmacia no resuelven problemas de salud de mayor importancia; quizás resuelven una pequeña gripe, un dolor de cabeza, una diarrea; un problema de salud muy de corta duración que afecta a población, principalmente sana».
No obstante, acusa que en los casos de personas con enfermedades crónicas o más delicadas por padecer diabetes o alguna enfermedad pulmonar, «estos consultorios no les van a resolver o incluso podrían poner en peligro su salud y su vida».
Declaró que lo anterior está constatado en investigaciones desde 2012. «La cuarta parte de las consultas que ocurrían en 2012 y la tercera parte, ahora con COVID, ocurrieron en consultorios adyacentes junto a farmacias».
Abundó en que las condiciones laborales de los médicos en estos consultorios son muy precarias y podrían faltar a las leyes de forma sistemática. «Tienen una presión importante por ser agentes de venta de los medicamentos que se dan en la farmacia», alegó López-Gatell Ramírez.
Finalmente, acusó que el interés de los consultorios es la venta de fármacos en lugar del tratamiento del paciente, lo que puede derivar hasta en la muerte.