Narraron la historia de Andrii, quien el año pasado se compró un minidron y se volvió muy hábil para manejar el aparato en este tiempo, lo cual le fue de utilidad ante la invasión rusa que inició en febrero de este 2022.
A petición de soldados ucranianos, ayudó el joven con su dron a detectar la luz que salía de un convoy de vehículos militares de las tropas de Rusia.
Al tomar las imágenes, compartió la información con el Ejército ucraniano y esto ayudó a destruir el convoy, lo cual retrasó el avance de las fuerzas rusas en la región de Kiev, alrededor de la ciudad capital.
Yurii Kasjanov, comandante de reconocimiento no tripulado de las Fuerzas Armadas de Ucrania, sostuvo que el joven “era el único que tenía experiencia con drones en esa región”.
En aquel avance ruso, los defensores ucranianos necesitaban coordenadas de GPS para contrarrestar el convoy.
El adolescente mencionó que “nos proporcionaron información sobre dónde podría estar aproximadamente la columna rusa. Nuestro objetivo era encontrar las coordenadas exactas y proporcionar las coordenadas a los soldados”.
La columna rusa avanzaba por la carretera de Zhytomyr. El dron lo captó cuando uno de los camiones encendió por mucho tiempo sus luces.
“Les di las coordenadas” cerca de Berezivka, lugar a 40 kilómetros al oeste de Kiev, esto junto con fotos. “Después de eso apuntaron a la ubicación” y bombardearon con artillería el convoy ruso.
Pokrasa confiesa que fue “muy, muy aterrador” el instante en que descubrió con su dron el convoy, aunque estaba decidido a no permitir la invasión de su ciudad.
Sin drones y operadores especializados “creo que Kiev ya podría ser ocupado por las fuerzas rusas”, aseveró Taras Troiak, quien fue vendedor de drones y actual dirigente de la Federación de Dueños de Drones de Ucrania.