De los 12 menores aprehendidos, nueve eran hombres y tres mujeres. Fueron detenidos por la Policía Municipal y remitidos a un juez por disturbios públicos.
Los menores entraron al camposanto cuando ya estaba cerrado para jugar con una ouija, hasta que, alrededor de las 22:30 horas, fueron descubiertos por los vigilantes, quienes los escucharon riendo y gritando, por lo que llamaron al 911.
Además de la ouija, los jóvenes llevaban huevos entre sus pertenencias.
Se presume que entre las tumbas había unas 15 personas, pero al llegar las patrullas corrieron para escapar. Sin embargo, 12 adolescentes fueron capturados.
Los policías señalaron que una de las muchachas estaba intoxicada por aparente uso de marihuana.
Horas después de su detención, los jóvenes fueron liberados y entregados a sus respectivos familiares.