El 21 de octubre, la U.S. Customs and Border Protection (CBP) anunció que comenzaría un procedimiento de retención de productos a través de una Orden de Retención de Productos (WRO, por sus siglas en inglés) a tomates frescos producidos por esas empresas y sus subsidiarias que transiten por los puertos de entrada a Estados Unidos.
La justificación de esta prohibición es que están asociadas en la producción de mercancías con trabajo forzoso, de conformidad con su legislación nacional (Sección 307 de su Ley Arancelaria de 1930).
La SE aclaró que aunque este proceso no se desarrolla al amparo del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), dicho pacto prevé disposiciones de cooperación para la identificación y movimiento de mercancías producidas con trabajo forzoso.
«Por lo anterior, estaremos pendientes y en constante contacto con la CBP», explicó la dependencia en un comunicado.
«La Secretaría de Economía reitera su compromiso de combatir el trabajo forzoso al amparo del T-MEC y es respetuosa de las decisiones y los procesos de legislaciones nacionales de Estados Unidos».
Agregó que las empresas afectadas tienen la posibilidad de recurrir a un mecanismo de revisión del caso ante las autoridades estadounidenses.