En medio de una reunión a puerta cerrada, Graciela Ortiz González, excandidata al Gobierno de Chihuahua por el PRI, encabezó una agenda a la que convocó a sus cuadros distinguidos de la región, según los describió, sin embargo, la convocatoria fue tan cerrada que provocó el descontento de las bases.
Al término del evento, Ortiz González fue cuestionada sobre la ausencia de figuras consideradas claves del PRI en la región, a lo cual no supo dar una respuesta contundente y expresó qué se trataba de la primera de varias reuniones, sin embargo su agenda pública no corresponde a lo señalado y así lo confirmaron ex presidentes de partido, coordinadores y líderes secciónales en cuestionamientos que se les hizo desde este medio de comunicación.
En este sentido, de 10 cuadros entrevistados, 7 refirieron una mala conducta de la también ex legisladora, a quien acusan de haber debilitado la estructura y ofendido a las bases por su renuncia, considerando en dos de los casos, que no tiene “rostro” para seguir apareciendo públicamente en la región, con intensiones mezquinas que en nada aportan.
En el resto de los casos, se expresaron bien de la política de origen chihuahuense, sin embargo consideraron innecesaria su presencia en la ciudad.