Hasta la fecha, en el país europeo han registrado un total de 16 contagios con B.1.621, y la mayoría de ellos están relacionados con viajes al extranjero. De momento no hay indicios de que en el Reino Unido, donde aproximadamente el 99 % de los casos del covid-19 se deben a la cepa Delta, haya una transmisión comunitaria.
Tampoco hay evidencias de que la variante B.1.621 cause un transcurso de enfermedad más grave o que las vacunas existentes sean menos eficaces ante ella. La Organización Mundial de la Salud (OMS) no la considera como variante de preocupación y solo la incluye en la lista de las alertas actuales de vigilancia reforzada.
La presencia de la variante en esta lista junto con otras 11 significa que presenta modificaciones en el genoma que pueden entrañar riesgos en el futuro. Sin embargo, no se dispone de pruebas claras de los cambios que pueda causar en el fenotipo o en las características epidemiológicas del virus, por lo cual se necesita mantener el seguimiento y continuar los estudios de la misma.
Actualmente, la OMS reconoce solo cuatro variantes como preocupantes, todas identificadas el año pasado: Alpha, detectada en Reino Unido en septiembre; Beta, hallada en Sudáfrica en mayo; Gamma, descubierta en Brasil en noviembre; y Delta, registrada por primera vez en la India en octubre.