Un décimo cuerpo fue recuperado esta mañana, informaron las autoridades, y la cifra de desaparecidos quedó en 151.
Si bien los funcionarios aún tienen la esperanza de que haya más sobrevivientes, los rescatistas han comenzado a tratar de preparar a los familiares de los desaparecidos para la probabilidad de que no encuentren a sus seres queridos.
No se ha sacado a ningún sobreviviente de los restos de las torres Champlain South Towers en Surfside, Florida, desde el jueves, el día en que se derrumbó la mitad del edificio de 13 pisos.
Desde entonces, se han encontrado diez cuerpos y restos humanos, de los cuales ocho han sido identificados públicamente.
Más de 300 miembros del personal de emergencia, incluidos equipos de Israel y México, están trabajando las 24 horas, y se ha llamado al Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
En una entrevista con «Good Morning America» el lunes, el jefe Andy Alvarez de Miami-Dade Fire Rescue ofreció una nota de esperanza, diciendo que sus equipos habían «encontrado huecos dentro del edificio» que habían podido penetrar cavando a través del sótano del edificio.
La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, recomendó a toda las personas que echan en falta a algún familiar residente o alojado temporalmente en el edificio Champlain Towers el día del derrumbe que acudan a la comisaría de policía para reportar su desaparición y se dejen tomar muestras de ADN para facilitar la identificación.
Por causas hasta ahora no determinadas, el ala noreste del edificio Champlain Towers, inaugurado en 1981 y con un total de 136 apartamentos, se derrumbó en segundos a la 01.30 horas de la mañana del jueves 24 de junio, cuando sus habitantes dormían.
Pocas horas después se confirmó la primera víctima mortal, una persona que fue sacada con vida de los escombros y murió en el hospital.
La búsqueda de supervivientes que realizan por turnos un centenar de socorristas en la montaña de escombros en que quedaron convertidos los 55 apartamentos desplomados va a continuar, aseguró Levine Cava, y las cifras van a seguir cambiando de manera «fluida».
Además de cuerpos, los rescatistas han encontrado restos humanos que los forenses están tratando de identificar.
Este domingo los familiares de las víctimas confirmadas y las personas desaparecidas tuvieron la oportunidad de visitar el lugar donde trabajan los rescatistas y orar por ellos y por sus seres queridos.
El edificio siniestrado y sus alrededores están acordonados por la policía y solo se permite el paso de los rescatistas y otras personas con tareas en la «zona cero».Son hispanos la mayoría de víctimasLa Policía de Miami-Dade dio a conocer los nombres de ocho de las personas fallecidas en el derrumbe.
La mayoría de los nombres de las víctimas mortales de la tragedia ocurrida en Champlain Towers la madrugada del 24 de junio son hispanos.
Entre ellos se encuentran Antonio y Gladys Lozano, un matrimonio de origen cubano de 83 y 79 años, quienes, según sus familiares, temían ser separados por la muerte.
En julio habrían cumplido 59 años de casados, según su hijo, Sergio Lozano, quien reside cerca de Champlain Towers y cenó con sus padres pocas horas antes del derrumbe.
Otra víctima identificada es Manuel LaFont, un hombre separado de 54 años y natural de Houston (Texas) al que le gustaba jugar al baloncesto con su hijo en un parque cercano y había viajado muchos años por América Latina como representante de una firma estadounidense.
El domingo fueron identificados Leon Oliwkowicz, de 80 años, Luis Bermúdez, de 26, Ana Ortiz, de 46, y Christina Beatriz Elvira, de 74.
Ana Ortiz y Luis Bermúdez eran madre e hijo y provenían de Puerto Rico, y Leon Oliwkowicz y Christina Beatriz Elvira eran un matrimonio venezolano, según informó la periodista Shirley Varnagy, amiga de la familia.
La primera en ser identificada fue Stacie Dawn Fang, una ejecutiva empresarial de 54 años, que, según el canal televisivo NBC 6, fue enterrada en Nueva Jersey este fin de semana.
El hijo de Dawn Fang, Jonah Handler, de 15 años, fue sacado con vida de los restos del edificio el mismo día del derrumbe y se recupera en un hospital de sus lesiones.
Con información de The New York Times